viernes, 5 de febrero de 2010

Altos oficiales acusan al General Mario Montoya Uribe de masacre de San José de Apartadó


Tres coroneles acusaron al excomandante del Ejército Nacional y actual embajador de Colombia en República Dominicana, general retirado Mario Montoya Uribe como supuesto determinador de la masacre de 8 personas, entre ellos 3 menores, en San José de Apartadó, Antioquia, ocurrida el 21 de febrero de 2005.

La acusación fue hecha por los oficiales adscritos a la Brigada 17 del Ejército, ante la Juez Segunda Especializada de Antioquia.

Los coroneles afirmaron que el general Montoya organizó la Operación Fénix dentro de la cual se ejecutó la matanza.

Los mismos oficiales indicaron que Montoya fue quien ordenó la utilización de guías en la operación militar, quienes resultaron ser paramilitares del bloque Héroes de Tolová.

Mario Montoya Uribe, nació el 29 de abril 1949 en Buga, Valle del Cauca.
En su paso por las Fuerzas Militares, Montoya Uribe ocpo los siguientes cargos:

Comandante de Compañía en la Escuela Militar de Cadetes
Comandante del 5 º Grupo de Caballería (Cúcuta, N.S.)
Comandante del 4 º Batallón de Inteligencia (Villavicencio, Meta)
Director de la Escuela de Caballería
Comando Operativo No. 9 Commander (Bagre, Antioquia,)
Comandante de la Brigada 18, (Arauca).
Comandante del Comando Conjunto del Caribe
Director de Inteligencia del Ejército de
Fuerza de Tarea Conjunta del Sur del Comandante de la
Comandante de la Cuarta Brigada de la Primera División
Comandante de la Ejército Nacional de Colombia.

Montoya Uribe renunció al cargo el 4 de noviembre de 2008, tras el escándalo que estallo alrededor de la masacre de civiles a manos de los militares bajo su mando.

Montoya Uribe fue remplazado como Comandante del Ejército Nacional por el General Óscar González el 6 de noviembre de 2008.

La Masacre de San José de Apartadó ocurrió en la vereda Mulatos Medios, corregimiento de San José de Apartadó (Antioquia), y en la vereda La Resbalosa, municipio de Tierralta (Córdoba), donde fueron asesinados 3 niños y 5 adultos entre hombres y mujeres.

En la vereda Mulatos Medios fueron asesinados Luis Eduardo Guerra Guerra, su compañera Beyanira Areiza, y su hijo Deyaner Andrés Guerra Tuberquia.

Mientras que en La Resbalosa los asesinados fueron Alfonso Bolívar Tuberquia Graciano, su esposa Sandra Milena Muños Pozo, y sus hijos Natalia y Santiago, y el señor Alejandro Pérez.

Los pormenores de la matanza fueron contados a las autoridades por Jorge Luis Salgado, quien perteneció al grupo paramilitar que participo en el múltiple crimen.

“Los niños estaban debajo de la cama. La niña era muy simpática, de unos 5 ó 6 años y el peladito también era curiosito (…) Propusimos a los comandantes dejarlos en una casa vecina pero dijeron que eran una amenaza, que se volverían guerrilleros en el futuro (…) ‘Cobra’ tomó a la niña del cabello y le pasó el machete por la garganta”.

El ex paramilitar relató que el padre de los niños suplicaba de rodillas que no los asesinaran, y contó que la niña creía que irían a un paseo.
Desde 1997 la comunidad de Paz de San José de Apartadó se había declarado neutral frente al conflicto armado rechazando la presencia de cualquiera de los actores, guerrilla, paramilitares e incluso el Ejército pues consideran que no los protegía. Por dicho motivo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos le había exigido al Gobierno medidas eficaces para ampararla.

En el proceso por la masacre han sido vinculados 84 miembros del Ejército.

Entre los acusados figuran los subtenientes Jorge Humberto Milanés Vega, Édgar García Estupiñán y Alejandro Jaramillo Giraldo, los sargentos segundos Ángel María Padilla Petro, Henry Guasmayán Ortega, Darío José Brango Agamez y Óscar Jaime González y los cabos Sabaraín Cruz Reina, Ricardo Bastidas Candia, Héctor Londoño Ramírez, Luis Gutiérrez Echeverría, Jesús David Cardona Casas, Yuber Carranza Rodríguez, Ramón Mican Guativa y José Carmona.

Los jefes paramilitares de las autodefensas que habrían participado en la masacre son Joel José Vargas Flórez y José Clímaco Falco, alias “Cobra”.

En mayo de 2008 el capitán del ejército Guillermo Armando Gordillo, reconoció la participación de los militares en el hecho y se declaró dispuesto a colaborar con la justicia para obtener rebaja de penas.


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