El extraditado jefe paramilitar dijo que las autodefensas pagaban la nómina de varios empleados del Estado y policías a cambio de colaboración, y también comprometió al ex superintendente de VigilanciaLAS AUTODEFENSAS destinaban grandes sumas de dinero para cancelar la nómina de funcionarios públicos que colaboraban con la agrupación ilegal, incluidos los policías de Tierralta, Córdoba, dijo el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso.
Desde la capital americana, el extraditado ex líder de las Auc confesó que los paramilitares destinaban 700 millones de pesos mensuales para pagar una nómina de servidores del Estado que les prestaban colaboración.
Mancuso aseguró que todos los policías que prestaron servicio al municipio de Tierralta durante los años 1995, 1996 y 1997, aproximadamente, recibían el salario de los mismos paramilitares.
Asimismo señaló que durante varios años fue escoltado por agentes de la Sijin y que las investigaciones contra los paramilitares en Córdoba no avanzaban porque varios funcionarios del nivel directivo del CTI les colaboraban.
Por otro lado, vinculó al ex superintendente de Vigilancia y ex personero de Bogotá, Hernán Arias Gaviria, de haberle otorgado licencia a una de las Convivir, conocida como Horizonte, con las que operaban los paramilitares.
En la versión libre que rindió ante fiscales de Justicia y Paz, afirmó que Arias ya sabía que en ese momento él era un reconocido jefe paramilitar. También entregó nuevos nombres de oficiales de la Policía, como el de un coronel ex comandante en Montería, de quien aseguró que le prestaba dos agentes para su escolta personal y le entregaba información sobre objetivos militares.
En esta versión a través de videoconferencia, Salvatore Mancuso dijo que el general Leonardo Alfonso Barrero, comandante de la Brigada 29 del Ejército con sede en Popayán, mantuvo estrechos vínculos con los paramilitares para combatir a la guerrilla.
Mancuso hablará en su próxima sesión de masacres, reclutamiento de menores de edad y utilización de hornos para desaparecer a sus víctimas.
La diligencia se realizó con el propósito de que el ex jefe de las Auc revelara detalles de los homicidios de profesores, sindicalistas y estudiantes de la Universidad de Córdoba, de los cuales ha confesado 8 casos.
El extraditado jefe paramilitar enviará una carta a la Corte Penal Internacional para que siga de cerca el proceso judicial que se adelanta contra los líderes de las autodefensas, porque aseguró que hay crímenes de lesa humanidad que deben ser investigados.
En pasadas versiones que ha rendido el extraditado desde Estados Unidos, donde se encuentra recluido por el delito de narcotráfico, ha confesado, entre otras cosas, que las Auc tuvieron incidencia en las elecciones presidenciales y vínculos con generales del Ejército, como el retirado Rito Alejo del Río con quien, aseveró, se reunió en dos ocasiones, así como con los generales Manosalva, Iván Ramírez y Carreño, quien murió en un accidente y era comandante de la Quinta Brigada del Ejército en Santander, en 1999.
El militar Alfonso Manosalva, comandante de la Cuarta Brigada del Ejército, había sido vinculado con la masacre de El Aro, ocurrida en el municipio de Ituango, Antioquia, donde fueron muertos 15 campesinos.
Sin embargo, los señalamientos más graves los hizo en el 2007 cuando aseguró que el vicepresidente de la República, Francisco Santos, y el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, tuvieron nexos con las Auc hace varios años.
Entre 1999 y 2004, cuando Salvatore Mancuso dirigió los bloques paramilitares de la región selvática y petrolera del Catatumbo, fueron asesinadas más de tres mil personas, según cifras de organizaciones no gubernamentales.
El ex jefe se desmovilizó en diciembre del 2004 junto con más de 1.400 hombres que pertenecían al bloque Catatumbo, y fue extraditado a los Estados Unidos en mayo de este año con otros trece líderes paramilitares solicitados por narcotráfico.
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