Liberados los uniformados más recientemente secuestrados

Es una incógnita el criterio que tuvieron en cuenta las Farc para escoger a los integrantes de la Fuerza Pública que entregaron este domingo.

SOLO PASADAS las 8 de la mañana de ayer, la senadora Piedad Córdoba reveló los nombres de los tres policías y un soldado, que ocho horas después fueron entregados a una comisión humanitaria en la selva del departamento de Caquetá. Causó sorpresa que, en promedio, estas personas llevaban menos de dos años en poder de la guerrilla.

La noticia causó desazón en las familias de los 22 uniformados que aún quedan en poder de las Farc, el caso de Pablo Emilio Moncayo y William Donado, quienes ajustan 11 años internados en la selva.

Entre los cuatro uniformados liberados ayer, el soldado William Domínguez Castro era quien más tiempo llevaba plagiado. Este soldado fue retenido el 20 de enero de 2007 en la vereda Valparaíso, del municipio de Florencia (Caquetá). Mientras tanto, los policías Walter Lozano Guarnizo, Juan Fernando Galicia Uribe, Alexis Torres Zapata, integrantes del Gaula, fueron secuestrados en junio de 2007 en la localidad de Paujil (Caquetá).

Sin embargo, Colombianos por la Paz, señaló por medio de Iván Cepeda, uno de sus integrantes, que la intención de este colectivo es continuar el diálogo para favorecer acciones humanitarias.

“Vamos a continuar el camino del diálogo epistolar (por medio de correos electrónicos), que se fundamenta en actos y acciones humanitarias”, dijo Cepeda a la AFP.

Cepeda destacó que “ese es el avance que el movimiento va produciendo y sobre esa base es que actúa”, sin hacer “promesas en el vacío”.

Recriminaciones por tardanza

Un conato de enfrentamiento entre el Gobierno y e integrantes de Colombianos por la Paz, se vivió en Villavicencio, en donde el comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, refutó declaraciones del periodista Jorge Enrique Botero a Telesur, en las que señala que el operativo se retrasó por cuenta de un supuesto seguimiento de aeronaves militares al helicóptero de rescate.

“Creemos que es muy delicada que de manera simultánea mientras que se hace la operación, se lance al público y a través de los medios de comunicación, acusaciones infundadas”. Añadió que durante todo el desarrollo del operativo tuvo comunicaciones con delegados del Cicr, sin que ellos le hubiera informado sobre operaciones militares o falta de garantías.

Inmediatamente, Iván Cepeda replicó al Alto Comisionado y dijo que Colombianos por la Paz no permitirán que se ponga en duda su credibilidad.

El proceso de liberación se inició a las 8.15 de la mañana en el aeropuerto de Florencia, Caquetá, de donde partió uno de los dos helicópteros brasileños, llevando a miembros de la comisión humanitaria, encabezada por Piedad Córdoba, y delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja.

Sin embargo sólo regresó con los 4 liberados a Villavicencio, bien entrada la tarde, y no sobre el mediodía comos se esperaba.

Liberación inmediata

El Gobierno nacional celebró las liberaciones de ayer, al tiempo que conminó a las Farc a que hagan lo mismo con los demás secuestrados sin más dilaciones. Así lo manifestaron el ministro del Interior, Fabio Valencia Cossio, y el comisionado para la Paz, Luis Carlos Restrepo.

A su turno, el asesor presidencial, José Obdulio Gaviria, señaló que la liberación de los cuatro uniformados “es la expresión de la solidaridad y de la fortaleza de la sociedad colombiana frente a los secuestradores”.

Gaviria hizo un llamado a las Farc para que libere a los demás secuestrados, “no es solo el Gobierno, la sociedad colombiana y la humanidad pide que los liberen ya, ni un segundo más de sufrimiento y tortura a los secuestrados.

Estas son las primeras entregas tras la ‘Operación Jaque’ en julio pasado, en la que el Ejército rescató a la colombo-francesa Ingrid Betancourt, a tres estadounidenses y otros 11 rehenes.

Hace un año, tras entregar a seis políticos como un gesto hacia el presidente venezolano Hugo Chávez, las Farc advirtieron que no habría más actos unilaterales y que la suerte de los otros rehenes se negociaría con el Gobierno previa la desmilitarización de un territorio en el sur del país.