martes, 7 de septiembre de 2010

Alarma por ola de asesinatos en el área metropolitana de Cúcuta


Un incremento de muertes selectivas se registró en las últimas horas en el área metropolitana de Cúcuta, donde ocho personas fueron asesinadas, la mayoría mediante la modalidad de sicariato.

Este hecho originó una fuerte reacción de las organizaciones defensoras de derechos humanos, que piden mayor compromiso y control por parte de las autoridades locales.

Entre las víctimas hay un juez segundo promiscuo de Villa del Rosario (Norte de Santander), un taxista, un albañil y tres travestis, uno de ellos menor de edad, que fueron atacados por desconocidos en una zona de tolerancia de la capital nortesantandereana.

Con estos nuevos asesinatos, la cifra de homicidios en Cúcuta aumentó, según la Policía, a 190 en lo que va del 2010, muy cerca de los 202 que por esta fecha se habían registrado el año pasado.

Hasta el momento, junio ha sido el mes más violento del presente año, con 35 homicidios, mientras que el acumulado del primer semestre fue de 160 muertes.

Para la Fundación Progresar, el incremento de las distintas modalidades de violencia urbana en Cúcuta tiene que ver con la presencia en el área metropolitana de bandas armadas, que no son nuevas, y su fortalecimiento a través del desarrollo de actividades delictivas como el narcotráfico, el contrabando y la extorsión o cuotas de seguridad.

"A pesar de que la cifra de homicidios no se ha disparado, sí lo han hecho las modalidades, que es lo que la Policía no dice. Es importante que haya, por ejemplo, 10 muertos menos, claro que sí, y eso uno lo tiene que valorar como una cosa positiva, pero nosotros lo que no podemos aceptar es que eso sirva para distraer la gravedad de lo que está pasando en la región", aclara Wilfredo Cañizares, director ejecutivo de Progresar.

Según la ONG, el sicariato en Cúcuta actúa entre las 6:00 a.m. y las 7:00 p.m.; el 21 por ciento de las personas asesinadas han sido en su vivienda y el 70 por ciento en sitios públicos, mientras que el 88 por ciento utilizó arma de fuego y en el 100 por ciento los sicarios se movilizaron en vehículos o motos de alto cilindraje. Además, en ninguno de los casos el homicida ha fallado.

"No se necesita ser un experto para decir que aquí hay algo serio y organizado. Al analizar a fondo estas prácticas, estas modalidades delictivas, uno encuentra que esto es propio de organizaciones armadas, de estructuras armadas, que tienen hombres, jefes y apoyos y un alto nivel de impunidad y complicidad de las autoridades en ese accionar", denuncia Cañizares.

El coronel Jorge Iván Flórez, comandante de la Policía Metropolitana de Cúcuta, dice que hay dos factores que rodean esta situación de violencia urbana: una, el microtráfico de drogas, que es lo que más muertes ha puesto (un 80 por ciento), a través de bandas organizadas que buscan tener la hegemonía y dos, la intolerancia de la gente, en menor proporción.

"Obviamente, en lo que es el micrográfico, los prestamistas ilegales y los celadores ilegales, todo eso tiene que ver con los antiguos delincuente del paramilitarismo, la delincuencia e inclusive con los desmovilizados de la guerrilla", confiesa el coronel Flórez.

Según Progresar, en la región han sido detectadas las organizaciones armadas de los 'Paisas', 'Rastrojos' y 'Águilas Negras' y una de las causas de su presencia es el fracaso del proceso de desmovilización. "Hay un poco más de 400 'paracos' desmovilizados en Norte de Santander que el Gobierno no sabe dónde están, que los tienen registrados, pero que nunca más aparecieron, ni a cobrar el sueldo", precisa la ONG.

La alcaldesa de Cúcuta, María Eugenia Riascos, quien ayer convocó a un consejo de seguridad, asegura que revisará la 'hora zanahoria' en la ciudad, que por ahora va hasta las 4:00 a.m., y que incrementará el valor de las recompensas para quienes denuncien a los sicarios ante las autoridades.


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